martes, 31 de enero de 2012

El Contrato

Parte 15



Mauro dejo a su mujer en manos de Matilde y presurosamente se  dirigió a la habitación en donde lo esperaba el sacerdote.
Al entrar, pregunto ¿que ocurre padre?
R.P > ¡Mira hijo! He encontrado esto, al mismo tiempo que señalaba la mesa del escritorio en donde se encontraban los restos humanos.
Mauro > ¿Que es? Mientras miraba con atención el lugar que le señalaba el cura.
Ambos observaban, que debajo de la cabeza de aquellos restos humanos: había un sobre, que apenas se distinguía ya que estaba cubierto por el polvo que dejan los años al pasar, cuando nadie interrumpe su paso.
Mauro intento cogerlo, pero fue impedido de hacerlo por el sacerdote, quien le dijo: No se si sea lo correcto, me parece que primero que nada, deberíamos ir en busca de las autoridades e informar de esto
.
Un silencio casi perpetuo, sin ecos ni susurros, se apodero del lugar. Ambos meditaban y pensaban. Hasta que el reverendo se pronuncio: aunque viéndolo bien; no creo que sea necesario ya que nadie se ha preocupado de esto en tantos años, que ahora seria mas una complicación que otra cosa.
Mauro > ¡Pero padre!  ¡Que esta diciendo!  ¿Que vamos hacer con estos restos entonces?
R.P. > Primero que nada, creo que deberíamos tomar ese sobre, abrirlo y enterarnos de su contenido.
Mauro >  ¡Mire padre! Para mi esta claro, es evidente que esto se trata de un crimen y estos restos  pertenecen a una victima de ese tal Gonzalo, que nos ha endilgado el problema  para deshacerse del asunto. Como no tenemos su dirección ni manera alguna de ubicarlo.
Este hombre de marras, a montado esta escena, para aparentar de que se trata de un suicidio, cuando en realidad fue el el que acabo con la vida de este hombre.
R.P. > Creo que estas delirando hijo. Nada de lo que dices tiene sentido.
Quien va a esperar que pasen tantos años, para trasladarle el problema a otro. No, nada de lo que dices esta dentro de lo lógico.
vamos a tomar ese sobre y leer su contenido, bajo mi entera responsabilidad. Yo asumo todo lo que nos pueda acarrear el hecho de actuar por nuestra cuenta. Soy un sacerdote y no creo que alguien se atreva a dudar de mi palabra.
Maur > Bien padre como usted diga.
El reverendo, deslizo el sobre con mucho cuidado y lo tomo entre sus manos.
El papel estaba manchado, aparentemente con la sangre que emano de la cabeza del “suicida” en el momento de los hechos, pero eso ya no tenia importancia.
El  religioso, procedió a abrir el  sobre y luego de extraer de el, el documento que contenía y empezó a dar lectura al mismo y en el decía:



Nada me queda, todo cuanto quería y tenia  ya no tengo.
La existencia en este mundo para mi; ha dejado de tener sentido, me han arrancado el alma y me han hecho jirones el corazón.
No me queda nada, ni espero nada, solo quiero marcharme para dejar de pensar en lo que no puedo arreglar.
Me encomiendo a Dios todo poderoso, quien creo tendrá un  trozo de perdón para salvarme del pecado que voy a cometer.
Mi alma encontrara reposo, cuando alguien tenga a bien dar a mi cuerpo cristiana sepultura, honre mi memoria y cuide de mis bienes.
Dejo todo aquello que en vida poseí a quien obedezca a lo antes dicho y sepa pedir por la salvación de mi alma.


                                                                Lima  13 de Enero de 1881
                                                             
 

Gonzalo Pardo y Castañeda
 




 

 




                           

lunes, 30 de enero de 2012

El Contrato

Parte 14

Continuo con el ritual, por todos los ambientes que restaban de recibir la bendición. Luego de llegar al centro del salón, en donde supuestamente terminaría con su con su recorrido, pero no; luego se dirigió hacia la entrada de la casa, deteniéndose frete a la habitación, que según “el contrato” debería permanecer clausurada. Delante de la puerta, siguió con su rutina, luego hizo el ademan de intentar abrirla, pero Mauro se interpuso a su intento, impidiendole continuar y diciéndole: ¡un momento padre! Es suficiente, creo que no debemos entrar ahí; porque hay un compromiso firmado por mi y yo soy hombre que honra sus compromisos.
R.P > Mira hijo: no es momento de honrar otra cosa que no sea a Dios  nuestro señor. El es quien por intermedio mio, esta derramando su bendición sobre ti, tu familia y sobre todo;  en aquellas almas, que no pueden descansar en paz.
Dejame pasar, que soy yo el que va a entrar. Tu, no romperás ningún “compromiso”, si es que eso te tranquiliza.
Dicho esto, el padre, giro la perilla de la puerta, comprobando de que no estaba trabada por un seguro. La puerta se abrió y el sacerdote ingreso un trecho bastante corto, ya que la obscuridad del lugar le dificultaba la visión. Seguidamente, le pidió a Mauro, que le trajese una lampara, para poder alumbrarse y así  ingresar con toda seguridad. Mauro accedió y fue en busca del artefacto. Al cabo de un rato, regreso portando un lamparin. Seguidamente el sacerdote, le pidió: que se apostara en la parte interior, a un costado de la puerta, para que lo pudiese alumbrar ya que el no podía sostener el aparato y a la vez seguir con su labor. Mauro, aun en contra de su voluntad, se vio obligado a aceptar.
Cuando la débil luz que proyectaba la lampara, ingreso en el recinto, bajo la penumbra, solo se podía apreciar en el piso; los sobres  que cada mes, Mauro introducía por debajo de la puerta y que contenían el dinero del alquiler.
El sacerdote, le pidió a Mauro que avance un poco mas porque la luz era demasiado pobre y le impedía seguir avanzando. Mauro comenzó a caminar lentamente, con la cabeza agachada, mirando el suelo e inundado de temor, por estar quebrando la firmeza de su palabra. Mientras tanto, Rosalia esperaba parada en el umbral de la puerta, temblando y casi sin  respiración, rezando las plegarias que seguía del padre que continuaba con su sagrado oficio.
¡De pronto! Se escucho la voz del padre Luis, que exclamaba: ¡Por Dios! ¡Que es esto!
Al oír el grito, Mauro levanto la cabeza y  se dio con un escritorio y algo o alguien que aparentemente estaba ahí. El cura le dijo: busquemos la ventana. Luego de unos instantes la encontraron y entre los dos procedieron a abrirla. La potente luz del día, los segó,  impidiendo que pudiesen ver con claridad, mientras sus ojos se adaptaban a la luz del día.
Al dirigir sus miradas hacia aquel escritorio...Ambos se llenaron de perplejidad. Era la osamenta de un hombre, que yacía inclinado sobre la mesa con los brazos extendidos. Sus vestimentas raídas y cubiertas por el polvo de los años y algunas telas de araña. Esas que siempre se esmeran en hacer mas tétrico el paisaje.
Al aproximarse, pudieron comprobar: que aquel despojo humano tenia entre sus cadavéricos dedos un arma de fuego, con la que a juzgar por las apariencias: era el instrumento  que había  servido para terminar con sus días.
¿Quien? ¿Porque? Eran las preguntas inmediatas que saltaban a los dos mortales, que servían de compañía a aquel infortunado.
Después de la inevitable conmoción y desconcierto reinantes, el padre pidió a los esposos: que lo dejasen solo para poder orar ante el altísimo por la salvación del alma de aquel hombre.
Mauro y su esposa, obedecieron, pero Rosalia, no parecía estar cociente de lo que estaba ocurriendo. Se encontraba, atravesando por una crisis nerviosa, por lo que tuvo que ser asistida por su marido y  por Matilde, quienes la trasladaron al salón para proporcionarle los cuidados que requería.
Mientras tanto, el sacerdote que había terminado con su ritual y oficios religiosos: llamaba a Mauro para que se acercase a la habitación en donde ocurrían los hechos.
¡He descubierto algo! Dijo el padre...
 

sábado, 28 de enero de 2012

El contrato

Parte 13


Se encontró frente a una escena, que ningún ser humano seria capaz de describir y mucho menos de aceptar. Era el reflejo de la mas abyecta de las  miserias humanas.
No podía creer, lo que tenia delante de sus ojos. Casi en el umbral de la locura, salio del lugar a pedir ayuda. Luego de haber conseguido algunos voluntarios, procedieron a dar sepultura a las inocentes victimas de una barbarie que por desgracia; no era la única en su genero en aquella villa.
Gonzalo, eligió como destino final de sus seres queridos:  una pergola, que se encuentra en los jardines de esta casa. En en la que solía reunirse la familia en las tardes de verano, para ver la puesta del sol.
Luego de aquellos álgidos momentos, no se supo nunca mas nada de Gonzalo.
Hay quienes dicen: que lo vieron adentrarse en el mar, hasta perderse en el, otros que se marcho lejos del lugar y muchas mas historias, que por cierto; nunca fueron confirmadas ni desmentidas y se quedaron suspendidas en el tiempo y en la memoria.
Lo que si es cierto, es que la casa no volvió a ser habitada y con el pasar de los años, empezó a ser conocida con el nombre de: La Mansión Maldita.
Al escuchar Rosalia, aquel relato y mas aun en el momento de  enterarse el nombre con el que era conocida la casa que ocupaba; sufrió un desvanecimiento, por lo que tuvo que ser auxiliada por su marido y el padre Luis.
R.P. ¡Ya vez hijo! Por eso es que no quería que ella estuviese presente en la conversación.
Mauro > Si padre, felizmente no es nada grave, pronto estará bien. Y, así fue, Rosalia se restableció y siguieron hablando del asunto. 
Evidente es, que estamos muy impresionados por lo que nos acaba de contar, pero también esto nos confunde y preocupa, porque,  nosotros tenemos un contrato firmado por Don Gonzalo y a la luz de lo expuesto por usted, no sabemos que pensar. El contrato existe y nadie lo puede negar.
También creemos que usted, ha podido darse cuenta de que no somos ningunos delincuentes o estafadores y que mas bien somos una familia honorable. No tendría sentido que lo fuésemos a buscar para hacerle perder el tiempo y engatusarlo. Nada puede percibirse que persigamos con ello.
R.P. > Si, hijo, si. Lo entiendo,pero también comprenderán, que n0 es fácil creer en el argumento que ustedes esgrimen, sabiendo que la realidad es otra.  
¡A propósito! ¿Podrían mostrame el contrato que dicen tener?
M > ¡Claro que si! Inmediatamente se lo traigo.
Acto seguido, se dirigió a su despacho, entro en el y abrió una gaveta del secreter, tomo el documento que se encontraba dentro respectivamente dentro de una carpeta,  luego se dirigió hacia el salón y se lo entrego al sacerdote, quien a su vez le agradeció el gesto.

El padre, cogió el  contrato, lo abrió y procedió a leerlo. Cuando termino dijo: aparentemente, todo esta en orden, pero lo que no puede ser posible ni  legal es: la supuesta firma de Don Gonzalo.
Mauro > ¿Me esta acusando de un delito?
R.P. > ¡ Como se te ocurre! De ninguna manera, pero de lo que si estoy completamente seguro, es de que han sido victimas de una estafa.
M> ¡Estafa!  No entiendo de que manera nos puedan haber estafado. No le hemos entregado dinero a nadie. Ademas, le repito que la persona con quien hemos tratado y firmado el documento, es la misma que esta en el cuadro. Usted podrá tener la historia que nos ha contado, como un argumento, pero nosotros tenemos al primo Joaquin como testigo de todo.
R.P > Me parece, que esto no tiene sentido, es mejor que me retire y que ustedes recapaciten y puedan ver con serenidad la realidad de las cosas.
No se como pueden demostrar la verdad de algo, que carece de realidad y legalidad.
R.P > Antes de retirarme, voy a cumplir con el  compromiso, que es la razón fundamental de mi presencia aquí. Bendeciré esta casa, porque se que lo necesita y ustedes mas aun.
Si les parece: me gustaría comenzar por la parte de arriba, luego los jardines y al final la parte interior de abajo. ¿Están de acuerdo?
Si padre, como usted diga.
R.P > Seria bueno que me acompañaran en dicho acto. Vamos a rezar unas oraciones conjuntamente a la vez que rogamos al Señor, por el  descanso de las almas que aun no han encontrado el camino que las lleva a la paz eterna.
El sacerdote, comenzó su recorrido ya establecido y al regresar de los jardines y entrar nuevamente a la casa...




jueves, 26 de enero de 2012

El Contrato

Parte 12

Rosalia, fue a la cocina, en busca de Matilde para pedirle que preparase alguna bebida y unos bocadillos, para el invitado.
El sacerdote y Mauro se quedaron a solas. El padre, al ver que Rosalia se había marchado, le dijo a Mauro: creo que sera mejor que ella no este presente en nuestra conversación.
Mauro > ¿Porque padre?
R.P > ¡Mira hijo! Me temo que este asunto, es demasiado serio, hay cosas que podrían afectar a tu mujer. Es preferible que hablemos solamente los dos.
Mauro > ¡No padre!  Me parece de que no hay ningún problema. Prefiero que este presente, porque de igual manera; tarde o temprano tendré que contárselo y eso, creo que sera mucho mas complicado para mi.
R.P. > Bueno hijo, como tu quieras.
En ese preciso instante: Rosalia, regresaba de la cocina.
Mauro > Te estábamos esperando.
Rosalia > ¡Gracias! Ya estoy aquí, podemos comenzar.
R.P. > A ver hijos, cuéntenme todo, desde el comienzo. Porque la verdad, es que estoy totalmente confundido.
Mauro comenzó a relatar todos los pormenores del caso y cuando llego a la parte concerniente a Gonzalo...El sacerdote exclamo ¡Que! Pero que disparate estas diciendo hombre de Dios.
¡Como es posible, que me digas que has hablado con alguien que no existe!
En ese momento, Rosalia interrumpió diciendo: ¿Usted cree que estamos locos? Pues vera Ud. ¡ Padre!  ¿Ve usted el cuadro que esta en la pared frente a usted?
> ¡ Si y que con eso!
> Como usted podrá apreciar, es un retrato pintado al oleo. El hombre que ve ahí,es nada mas ni nada menos que; Don Gonzalo Pardo y Castañeda. La misma persona con la que hemos hablado y por si alguna duda hay: mi primo Joaquin, puede dar fe de que lo que decimos es cierto.
R.P. > Eso quiere decir que:  ese señor, salio del cuadro, se fue al bar en donde estaban ustedes, converso y todo lo demás. ¡Pero que clase de locura es esta!
Mauro, se dirigió al sacerdote, diciéndole: le ruego que se tranquilice padre, porque ahora somos nosotros, los que estamos  completamente sorprendidos y muy temerosos.
R.P. > Esta bien, esta bien. Ahora escúchenme a mi por favor:
Yo soy el párroco de esta jurisdicción, desde hace cinco años. Como se podrán imaginar; la gente acude a mi por muchas razones. Como por ejemplo: para un bautizo, para un matrimonio, para pedir ayuda, para confesarse y muchas otras cosas mas que ya se imaginan. En pocas palabras; veo y se de todo. Entre ese todo; esta la historia de esta casa.
Resulta que en el año mil ochocientos 1881 en las postrimerias de la guerra, el ejercito enemigo, ingreso a Chorrillos y Barranco y atacaron a la población civil, indefensa y desarmada. De la manera mas violenta y despiadada que se puedan imaginar.
Esta casa, por supuesto que no fue la excepción.
La soldadesca tomo por asalto esta finca: robaron, ultrajaron, vejaron y mataron a todos los que encontraron a su paso.
Las victimas de esta atrocidad fueron: la esposa de Gonzalo, sus tres hijas y todo el personal que trabajaba en la casa.
En esos momentos; Gonzalo no se encontraba en la casa, por cuestiones de trabajo.
Al regresar el día siguiente a la tragedia...

miércoles, 25 de enero de 2012

El Contrato

Parte 11


Camino de la iglesia, Rosalia no desaprovecho la oportunidad para recriminar a su marido: ¡Ya vez! Que como siempre tenia razón, cuando te decía  que algo no andaba bien y que ese tal Gonzalo, algo se traía entre manos. Nunca fue santo de mi devoción. ¡Claro! Tenia la casa llena de fantasmas y no tuvo mejor idea; que endosarsela al primer ingenuo que se le cruzo en el camino. 
¡Esta bien mujer! Pero ahora no es momento de discutir. Primero tenemos que hablar con el sacerdote, para ver si acepta ir a bendecir la casa.
Minutos mas tarde, legaron a la iglesia y se dirigieron a la sacristía, en donde fueron recibidos por el sacristán a quien le preguntaron por el cura.
¡Un momento! Dijo el encargado, voy a avisar al padre para ver si los puede recibir. Acto seguido; se dirigió hacia una puerta, la abrió, entro y luego de unos instantes, volvió a salir diciendo: pueden pasar el padre los esta esperando.
Ambos ingresaron, al mismo tiempo que el sacerdote se acercaba para recibirlos.
¡Buenos días padre! Dijo Mauro. ¿En que puedo servirlos? respondió el religioso.
Vera padre: mi nombre es Mauro Arbulù y ella es mi esposa Rosalia.
¡Mucho gusto! Yo soy el padre Luis, párroco de esta jurisdicción.
Mauro » Nos gustaría saber, si es posible que usted bendijera nuestra casa.
R.P » Si no les molesta; me gustaría saber el motivo.
Mauro » resulta padre, que desde hace un tiempo, se escuchan: ruidos, voces y gritos extraños. Cada vez son mas frecuentes y la verdad es que: estamos muy asustados y también muy preocupados, porque tenemos dos niños y no nos gustaría que ellos pudiesen pasar por lo mismo.
R.P » ¿Ustedes, saben el origen de esto? Porque es muy sabido que: hay casas que guardan secretos y suelen tener un pasado algo tétrico. Aveces en ellas, habitan espíritus, que  por una u otra razón están atados al lugar sin poder irse de el. Por eso es que se manifiestan  y tratan de llamar la atención, para que los mortales que la habitan, los ayuden a escapar de ahí.
No se cual es el caso, pero me gustaría saber mas del asunto, para ver como es que puedo ayudarlos.
Mauro» La verdad padre, es que no sabemos  en realidad los motivos y es por eso que venimos a buscar su ayuda.
RP » No se preocupen hijos,que para eso soy un ministro de Dios y estoy  a qui, para ayudarlos en lo que pueda.
¿Podrían darme la dirección?
Mauro » Vera padre, ¿no se si usted conoce la casa que esta  en la quebrada que baja a los baños?
R.P. » ¡Claro que si! 
M » Pues bien, esa es la casa. Es la única que existe en ese lugar, a si que es muy fácil llegar a ella.
R.P. » ¿Es que se han tomado la molestia de venir a burlarse de mi en mi propia cara?
M » ¡No padre, faltaba mas!
R.P. » ¡Entonces! Como me van a decir, de que viven en aquella casa, si todo el mundo sabe que es una casa abandonada., desde casi cuarenta años.
Mauro » Disculpe padre pero ¿Hace cuanto tiempo que usted no pasa por ahí?
R.P. » No lo se, pero no hace mucho.
Mauro » Lo que sucede es que nosotros la alquilamos hace unos meses, la hemos refaccionado y ahora si usted la ve, esta completamente distinta.
R.P.» ¿Como es eso de que la alquilaron? ¡A quien?
Mauro »¡Disculpe padre! Por el tono de su voz, puedo percibir de que usted esta dudando de nosotros. Sepa usted señor, que nosotros somos personas serias y honorables, si venimos a la casa de Dios; es en busca de ayuda y no para recibir malos tratos ni insinuaciones, que pongan en tela de juicio nuestra honorabilidad.
El sacerdote, al escuchar el tono enérgico y decidido de Mauro, Dijo ¡Un momento! A ver hijos, vamos a calmarnos. Yo no pretendo maltratar a nadie y mucho menos hacerles pasar un momento desagradable, pero sucede que lo que me están diciendo; no tiene pies ni cabeza.
Me parece, que ustedes han sido victimas de un timo.
Creo que vamos a tener una conversación muy larga, porque , para aclarar las cosas y ver con claridad las acciones a tomar.
Mauro > No le entiendo nada padre.
R.P. > Creo que mejor vamos a la casa y ahí conversaremos con mas detalles.
Mauro > Esta bien padre, como usted diga...
No bien terminaban de hablar, el sacerdote tomo sus cosas, entre las que incluía: una estola,  libro, rosario. acetre e hisopo . Todos los objetos necesarios para impartir una bendición.
Al llegar al lugar, el sacerdote no salia de su asombro. No podía creer lo que veían sus ojos. Era como si aquella casa hubiese cobrado vida y como si los años no hubiesen pasado por ella.

El  religioso fue conducido al salon principal en donde tomo asiento, mientras Rosalia, procedía a ofrecerle una bebida o lo que apareciese el padre.
En tanto que se iniciaba la conversación...

 
 

martes, 24 de enero de 2012

El contrato

         Parte 10


Al promediar las dos y media de la madrugada aproximadamente, Mauro y Rosalia, despertaron a causa de unos ruidos que provenían del primer piso . Al comienzo, solo eran ruidos, los mismos que no podían identificar con claridad, puesto que aun se encontraban algo somnolientos,  pero luego de haberse despertado del todo, lo que escuchaban: eran gritos desgarradores acompañados de otros ruidos indescriptibles.
Mauro, se incorporo y salto de la cama hacia un mueble que tenia en frente y abrió uno de sus cajones en el que guardaba un revolver. Sin mas ni mas, lo tomo y decidió bajar, mientras Rosalia atacada por los nervios, daba de gritos e intentaba detenerlo tomándolo por la cintura.
Mauro empuño el arma y con paso firme y decidido, emprendió el camino hacia la escalera, seguido por Rosalia que a pesar del miedo  opto, por no dejar solo a su marido. Al llegar a la mitad de la escalera y de donde se podía divisar el salón, Mauro se detuvo, para ver si  observaba  algo, pero todo estaba en calma. A pesar de su evidente temor, Mauro no dudo en continuar y revolver en mano, continuo descendiendo las escaleras, hasta llegar al gran salón. Al llegar, encendió las luces y reviso el lugar. Para su sorpresa: no existían rastros de haber sucedido algo en ese lugar.
Verifico: puertas, ventanas, otras piezas y todo aquello que pudo, pero sin encontrar absolutamente nada.
La calma, se había adueñado del lugar. Solo quedaba, el retirarse.
Los esposos retornaron a su habitación. Ambos lucían: consternados, casi mudos, tensos y con un extraño frió en sus cuerpos. Se hacían una y mil preguntas y ninguna encajaba dentro de la lógica.
En lo que restaba de la noche, no pudieron conciliar el sueño y permanecieron despiertos y atentos, hasta ver las primeras pinceladas del amanecer.
Cuando sintieron que Matilde y los demás empleados, estaban en pie, decidieron bajar a la cocina y al entrar en ella; lo primero que hicieron fue preguntarle a Matilde: ¿Esta madrugada, has sentido algún ruido o algo extraño?
Matilde » No señor, nada en especial ¿porque?
Mauro » Por nada, solo preguntaba.
Matilde » Perdone usted señor, pero yo si creo saber el porque de su pregunta.
Mauro » ¡A ver, dime! Te escuchamos.
Matilde » Señora: ¿recuerda usted, que hace un tiempo, le pedí que me autorizara a cambiarme de habitación?
Rosalia » Si.
Matilde » La razón de esa petición, se debía a que: los gritos, ruidos y pasos   que  se escuchaban en las noches, eran insoportables y no vaya a pensar, que era cosa miá. : también fueron testigos de ello Berta y los demás  empleados.
Rosalia » ¿Porque nunca nos hablaste de eso?
Matilde » Porque nosotros solo somos empleados y nuestra palabra u opinión, carece de valor.
Mauro » ¡No mujer! No digas eso, para nosotros, tu siempre has sido como de la familia, te respetamos y apreciamos. Tu palabra,siempre cuenta; siempre tiene valor. Son muchos años que vives con nosotros, desde la época de mis padres. Son bastantes años de vivir juntos Tu opinión siempre ha sido muy importante, lo mismo que tus consejos. Rosalia y yo, tenemos un aprecio muy especial por ti.
Dime: desde cuando escuchas y sientes, todo eso que nos estas diciendo.
Matilde » Desde siempre, desde el primera semana que llegue a esta casa.

Mauro » Creo que vamos a tener que traer a un sacerdote, para que bendiga esta casa.
Matilde » Si Señor, creo que hace usted bien.
Mauro » Estas casas, tan antiguas, aveces tienen mucha carga emocional  muy fuerte.
Rosalia » Me parece, que es lo que deberíamos haber hecho desde un comienzo.
Mauro » Si mujer, el domingo que vamos a misa, hablaremos con el sacerdote, para que nos preste los oficios religiosos pertinentes.
Rosalia » ¡El domingo! No, ahora mismo, hay que hablar con el cura. Esto no puede esperar, tenemos que pensar también en los niños.

Seguidamente, los esposos se retiraron a sus habitaciones y se alistaron para salir. Ninguno, tenia apetito, así que; sin desayunar, a los pocos minutos partieron con rumbo a la iglesia, en busca del sacerdote.
 

lunes, 23 de enero de 2012

El Contrato

  Parte 9


Que venia acompañada por otra. ¡Buenos días!  Soy su vecina. Me llamo Carlota y ella es mi hermana Mercedes.
Rosalia » Mucho gusto.
Carlota» Disculpe usted, pero hace tiempo que queríamos conocerlos y nunca hemos tenido la oportunidad de hacerlo hasta hoy.
Rosalia» Me halaga con sus palabras Carlota.
Carlota« Sobretodo que estamos maravilladas con la remodelaciòn que le han hecho a la casa...ha quedado preciosa. Pensamos que nunca alguien se atreveria a comprarla.
Rosalia » ¡Si! Y ¿porque?
Carlota » Bueno...Es que...Mientras su hermana la miraba fijamente, como impidiendo que diga lo que quería decir.
Carlota » Lo que sucede es que, lleva tantos años abandonada que pensábamos que nadie se atrevería a comprarla. El estado en que se encontraba, no era precisamente una buena carta de prersentaciòn. 
Rosalia > Bueno aveces pasa, que sin querer a uno se le presenta una oportunidad , como es en nuestro caso.
Ambas se miraron y luego se despidieron diciendo: fue un gusto haberla conocido y si alguna vez, nos volvemos a encontrar, espero que concertemos una cita para tomarnos un te en mi casa.
Rosalia > muy gentil de su parte, gracias y hasta pronto.
Sin duda, que este dialogo encerraba  un misterio elocuente y evidente, que Rosalia no dejo pasar por alto. No, las miradas entre si de las dos hermanas, las palabras entrecortadas y las frases incompletas, anunciaban algo turbio y poco diáfano con respecto a la casa  que habitaban los Arbulú.
Con este encuentro, Rosalia quedaba convencida de que algo andaba mal  
y que ya no se trataba solo de: suposiciones, creencias, malos entendidos y cuanto argumento existe para justificar, lo que no se puede entender de manera simple.
El trastabilleo verbal, de aquellas “buenas” cristianas, había sido suficiente para Rosalia, quien se volvió sobre sus pasos y se adentro nuevamente en la iglesia, para orar y pedir al altísimo, su protección. Tanto para ella como para su familia.
Rosalia, regreso a casa, algo confundida, contrariada y meditabunda, pues tenia que encontrar la manera de conversar, con Mauro sobre el asunto y que este a su vez, no le restara importancia, aduciendo que todo era producto de su imaginación de sus debilidades y creencias femeninas.
Mientras Rosalia, se tomaba su tiempo y elucubraba al detalle todo lo que le iba a decir a Mauro, transcurrieron dos días. Pero...la noche del segundo día, ocurrió algo que cambiaría sus planes  y echaría por tierra, todo argumento, por mas elocuente que este fuese...

domingo, 22 de enero de 2012

El Contrato




Parte 8



En el hospital, el medico encargado de atenderlo le diagnostico: fractura de la clavícula y  contusiones severas en la cabeza.
El galeno en cuestión, procedió a hacerle las curaciones del caso y las prescripciones necesarias, para su pronta mejoría.

Mauro. Permaneció en el hospital, por espacio de cuatro días, hasta que fuera dado de alta, pero paso un largo periodo sin que pudiera realizar sus labores con total normalidad., debido a la fractura de la clavícula, para lo cual requería de mucho mas tiempo para recuperarse totalmente.
Joaquin. No desaprovecho el momento para gastarle algunas bromas:
¡ Ya vez! ¡ Te dije! ¡Cuidado con la maldición!Esa casa esta embrujada...Pero tu nada. Y ahora ahí esta el resultado.
Mauro » ¡Ya hombre!  Deja de decir tonterías, a ver si te escucha mi mujer y ahí, si que vamos a tener problemas y gordos. Ella se lo puede tomar en serio y no quiero ni pensar en lo que haría.
Joaquin» ¡Ya hombre! Que es solo una broma, no te lo tomes en serio.
Mauro» No, si yo no me lo tomo en serio, pero es mejor no jugarse con esas cosas, sobre todo; sabiendo como es Rosalia.

El insidente, no paso a mayores y luego de salir del hospital,Mauro y su familia se instalaron en su nueva casa, con la única preocupación, que era la de terminar con todos los trabajos, que sabiendo que iban a demorar algún tiempo en acabarse, pero con la ilusión de que al final: estarían mas confortables.


Mientras todo esto sucedía, Matilde, la fiel empleada, estaba en camino .
Luego de una semana, Matilde llego, acompañada de Joaquin, quien se había tomado la molestia de ir hasta Trujillo, para  recogerla.

Rosalia. No dudo en asignarle una buena y confortable habitación, para que estuviese cómoda y contenta.
La vida se desarrollaba con cierta normalidad en casa de los Arbulu, hasta que.. Un buen días, Matilde se acerco a Rosalia y le pregunto: ¿ Perdone usted señora, pero me podría decir, si vive alguien mas con nosotros ?  ¡Que dices!, respondió Rosalia, tremendamente sorprendida , por la pregunta de Matilde.
Rosalia » ¡Presupuesto que no!  No se a que viene esa pregunta.
Matilde » Esta bien señora, disculpe.
¡Disculpe! No Matilde, ahora me vas a explicar, porque me has hecho esa pregunta. Porque supongo que alguna razón debes de tener.
M » Esta bien señora. Como usted sabe, mi habitación colinda con aquella que esta a la entrada de la casa.
R » Si, lo se y ¿que hay con eso?
M » Sucede que en las noches, siento ruidos, voces, como si alguien estubiese ahí. También me ha parecido, ver salir a alguien de la casa. Alguien que no conozco y que no creo haber visto antes.
R » ¡A, era eso! Debe de ser Don Gonzalo, el propietario de la casa. Sucede que: la primera pieza que se encuentra ala entrada, esta reservada exclusivamente para el. Esa fue una de las condiciones del contrato  de alquiler.
No te preocupes por eso. El viene en cualquier momento y como aquella habitación, tiene dos puertas: una dentro de la casa y la otra que da a los jardines, es posible que se maneje por esa ultima.
M » ¡Hay señora! Yo no sabia nada de eso.
R » Si, mujer, tienes razón, debí  advertirte de ello. Menudo susto que me has dado.

Transcurridos unos meses de aquel incidente, Matilde le pidió a Rosalia: que le permitiera mudarse de habitación. Rosalia, tan solo se limito a preguntarle ¿ porque?
Matilde esgrimió la siguiente razones: sucede que la casa es demasiado grande y el hecho de dormir alejada de los demás empleados, siempre da un poco de temor. Yo ya no soy una persona muy joven y prefiero estar un poco mas acompañada. Si usted no tiene ningún inconveniente, me gustaría dormir mas cerca de los demás.
R » ¡Mira Matilde! Por mi parte, no tengo ningún inconveniente; puedes escoger la pieza que mas te acomode y cuando lo desees, pero a mi no me quita nadie de la cabeza, de que algo te traes. En Trujillo, la casa es grande y nunca me habías salido con tanta cosa como ahora.
M » ¡Muchas gracias señora!
Un  domingo que Rosalia se encontraba en misa, fue abordada por una señora...

Continuara...

             


sábado, 21 de enero de 2012

El Contrato 7

El Contrato


Parte 7



El  sábado muy de mañana, llegaron los tres parientes, acompañados de un grupo de hombres, para comenzar los trabajos de limpieza, reparación y cuanto hiciese falta para dejar el lugar en optimas condiciones y habitable.
Rosalia, Joaquiun y mauro, se encargaron de dirigir y hacer las tareas mas delicadas tales como: comprobar el estado de cada una de las cosas en existencia, retirar los lienzos que cubrían  los muebles, cuadros, mesas, etc, como tambien de acomodar y ubicar las cosas en sus respectivos lugares.

Entre las cosas que se encontraban en el salón principal,  estaba nada mas ni nada menos que; el retrato de cuerpo entero, pintado al oleo, de Gonzalo. Al quitarle el lienzo que lo cubría y quedar al descubierto, Rosalia,  se sobrecogió  al mirarlo., haciéndose notorio ante los ojos de Joaquin y Mauro, este ultimo se dirigió a ella diciéndole ¿Que te pasa? A lo que ella le contesto: nada no esa nada o no no se como explicarlo.
M > ¿Explicar que?
R > No se, lo que ocurre es que, al contemplar el retrato, me dio la impresión de que estaba vivo y que su  mirada  se dirigía  a mi.
M > ¡Hay mujer! ¿de donde sacas semejante cosa?  ¡Veras!  ¿No sabes, que es muy común observar es detalle en las pinturas mas famosas? Por ejemplo: se dice, que el retrato de la Gioconda, tiene esta peculiaridad. Es un rumor, una creencia o lo que quieras, pero lo cierto es que recorre todo el mundo y hasta los que no la han visto de cerca, asumen y afirman haber sentido esa sensación.
Rosalia, no dijo nada ante las explicaciones de mauro y se dio media vuelta y continuo con sus ocupaciones. Ante esta actitud, Mauro se le acerco y le dijo:
Mira mujer no te preocupes por una tontería. Vamos a hacer una cosa; voy a cambiar el retrato de lugar y ya, asunto arreglado. ¿Estas de acuerdo ? Rosalia, algo de mala gana le respondió con un: ¡Bueno!  Algo lacónico. Como tu digas.
M | Bueno entonces, manos a la obra. Voy a traer algo en que subirme  y ¡ya! También, voy a decirle a Joaquin que me de una mano, porque este cuadro es demasiado grande y solo no voy a poder sacarlo. Rosalia, le contesto otra vez lacónicamente con un: ¡gracias! 
Mauro fue en busca de una caja de madera , misma que coloco delante del cuadro y luego fue a llamar a Joaquin. A quien le comunico lo que quería hacer y este le respondió: ¡Un momento!  ¿Acaso, no recuerdas que en el contrato, dice que no puedes tirar ni cambiar nada a menos que este deteriorado o inservible?
M > Si, lo recuerdo, pero no creo que se vaya a venir el mundo abajo, por cambiar un cuadro de lugar.
Joaquin > ¡Como tu digas! 
Seguidamente, Mauro  monto sobre la caja y lo mismo hizo Joaquin. Mauro tomo el cuadro por un costado, para tratar de levantarlo de sus anclajes, pero en ese momento...le sobrevino un desmayo que lo hizo caer.
Inmediatamente, Rosalia y Joaquin, se aproximaron a el para auxiliarlo, comenzando por: hacerle recobrar el conocimiento, cosa que consiguieron luego de unos minutos. Súbitamente, al recobrar el conocimiento, Mauro comenzó a quejarse de fuertes dolores, tanto en la cabeza como en el hombro izquierdo.
Sin dudarlo, Joaquin con la ayuda de los operarios que se encontraban trabajando: lo alzaron en brazos y lo llevaron al auto, para luego conducirlo al hospital.  

martes, 17 de enero de 2012






¡Feliz Cumpleaños!



Hoy hacemos una pausa, porque es el cumpleaños, de La Ciudad De Los Reyes.
Hoy cumple nada mas ni nada menos que: cuatrocientos setenta y siete años de existencia y los cumple como si fuesen solamente diez y ocho.

¡ Feliz dia novia mia!



LA CIUDAD DE LOS REYES


Nombre oficial que se le diera en la fecha de su fundación y que con el devenir del tiempo y por gracia de sus pobladores, se fue olvidando, rebautizándose con su ancestral nombre quechua que hoy conocemos como Lima.
Este 18 de enero la dama de las tres coronas; cumple 474 años de existencia, albergando en su seno a un sinnúmero de etnias; con sus costumbres gustos y caprichos. Todos son bienvenidos, propios y ajenos. Total, ella nació de padres inmigrantes y se hizo multicultural en el camino del tiempo, ese mismo tiempo que aun la envuelve de misterio, magia, arrogancia y belleza. Una belleza que conserva y oculta bajos los encajes de su manta y saya, cual tapada que pasea misteriosa por las veredas del encanto, adornada por sus leyendas y tradiciones.
Para muchos llama a confusión, el nombre de; Ciudad de los Reyes. Unos piensan que se debe a que en el, guarda sumisión a la corona española y para otros que deriva de los títulos de virreyes, que ostentaban sus antiguos gobernantes. Pero nada mas distante de ello, pues su nombre esta ligado a su tradición religiosa, que fue la base de su cultura virreinal.
Francisco Pizarro, tenia como sede desde 1533 a la ciudad de Jauja, pero debido a las constantes incursiones de los piratas, decidió buscar otra ciudad en la costa para poder tener un mejor control. Entonces, decidió enviar a una delegación en busca de la nueva ciudad, eligiendo esta, al valle de Lima como la nueva cede.
Curiosamente y por razones netamente religiosas, se decidió fundar la ciudad el seis de enero de 1535, el mismo día en que se celebraba la fiesta de la Epifania, pero por esta misma razón y para no entremezclar las dos celebraciones, se decide trasladar la fecha al 18 de enero.
La Tres Veces Coronada Ciudad de los Reyes. Tres coronas que no vienen precisamente de España, si no mas bien de los tres reyes magos.
Es así que: el escudo de armas de la ciudad de Lima, que fue creado en el año 1537, esta compuesto por: un campo azul, que simboliza al cielo, tres coronas, una por cada rey mago, una estrella, la misma que los guío hacia Belén y la inscripción en latín que reza, Hoc Signum Vere Regum y que significa; ESTE ES EL VERDADERO SIMBOLO DE LOS REYES. Luego podemos apreciar una K y una I que son las iniciales de los nombres de los reyes de España Carlos y Juana, que en latín se escribe Karolus y Ioana.
También tenemos a las dos aves de color negro. Que son nada mas ni nada menos que los famosos gallinazos, aves que en aquel entonces formaban parte del paisaje citadino. Los gallinazos; eran la baja policía de la época, los encargados de limpiar la ciudad. Así que no podían faltar en el escudo de armas de la capital del Perú. Lamentablemente estas aves han ido desapareciendo sin que exista posibilidad volverlas a ver.
Una Lima rica en historia y tradiciones. Lima la del cacique Taulichusco, la de Pizarro, de la Perricholi, la de las tapadas, la del fervor religioso, la del Sr. De los Milagros, la de las mil campanas, la de piletas y balcones, huertas, higueras, farolitos, la de las hermosas y apacibles playas de la rivera del río hablador, aquella de Don Ricardo Palma, la de los jazmines, la de Felipe Pinglo y Chabuca Granda, la de los tranvias. Una Lima que guarda mil historias y maravillas para contar y conocer.
Hoy en su aniversario los peruanos, tenemos el compromiso de luchar contra el deterioro de una ciudad que es la capital de la republica y la que nos representa a todos los ante los ojos del mundo. Tenemos una riqueza incalculable en nuestra historia y debemos preservarla y legarla a las próximas generaciones, así como: otros países y en especial los de Europa, que han sabido preservar sus monumentos y mostrar al mundo la grandeza de su cultura.
Feliz cumpleaños Sra. Lima, feliz aniversario y que cumplas muchos mas, para seguir mostrándonos la belleza que aun guardas de tras de los encajes y visillos de tus balcones y las miradas insinuantes de tus faroles.
Barrios Altos, El Rímac. Símbolos vivientes de tu bizarria y esplendor; tu historia repica en el tañido de cada campana al rayar el alba cada mañana. Tantos te han cantado, cuantos te han amado y con ninguno te has casado. Lima solitaria majestad que has sabido rendir a tus pies, al implacable tiempo, para convertirlo en esclavo de tu historia y en testigo de tu gloria.
Soberana indiscutible de un pasado y un presente plenos de tradición, que supieron inspirar a mas de uno para cantarte y enamorarte con ferviente devoción.
Me parece verte sentada, con tu apacible he inmutable rostro y tu mirada cautivadora; contando tus historias, en el borde de una pileta o en el apacible huerto de un convento, haciendo retumbar tu suave voz y arrullando al mismo Dios. Quizás bajo el dintel de un zaguán, que fuera escondite ideal de algún Don Juan.
Mil cosas podría decir de ti, pero prefiero dejar de escribir he invitar al mundo a descubrir lo bello que hay en ti.
Feliz aniversario eterna amante, enamorada de tu fiel servidor; EL RIO HABLADOR.

lunes, 16 de enero de 2012

El Contrato 6


El Contrato


Parte 6


Cuando Gonzalo ya se había encaminado en dirección a su despacho, se oyò la voz de Mauro diciendo: ¡Don Gonzalo! Espere un momento, se olvida de llevarse el contrato.
Gomzalo > mire usted lo distraído que soy. No tiene importancia, lo importante es que esta firmado y con eso basta. ¡Hágame un favor Mauro¡
¿cual? Gonzalo > Vera usted, en estos momentos tengo las manos demasiado sucias, porque estuve haciendo algunas cosas antes de que llegaran ustedes. Le pido por favor, de que antes de que se marchen, me lo echen debajo de la puerta del despacho.
Mauro > No hay ningún problema, sera un placer.
Gonzalo > ¡Muchas gracias! Muy gentil de su parte.
Luego los tres nuevos inquilinos, se dieron un paseo por la casa observando detalles y planificando por donde empezar.
¡Bueno! Dijo Mauro, creo que el sábado podemos venir a comenzar con esto.
Si tu puedes, echanos una mano Joaquin .
Joaquin > ¡Por supuesto! No faltaba mas hombre.
Mauro > ¡Gracias primo! Vales un Perú.
Joaquin > Vamos, vamos, que no es para tanto.
Mauro > Que si lo vales.
Mauro > Lamentablemente en el curso de la semana, voy a estar muy atareado. Tengo que presentarme en la empresa para coordinar lo de mis funciones. Si no, comenzaría mañana mismo con esto.
Joaquin > Vamos a necesitar algunos hombres para que nos ayuden, porque aquí tenemos bastante por hacer.
Mauro > ¡claro que si! Es mas, tengo que comenzar a buscar personal de servicio, para que trabajen de manera permanente para mi.
Joaquin > De eso, ni te preocupes, que yo me encargo de conseguirlos.
Mauro > Solo quiero decirte que: me gustaría traer de Trujillo a Matilde. Ella ha trabajado con nosotros muchos años y me desagradaría perderla
a. Así que, en cuanto a lo de la cocina, ya tenemos quien se haga cargo.

Mauro > Creo que es suficiente por hoy, Si no hay mas que ver por aquí, nos podemos ir. Tenemos hasta el sábado, para pensar por donde comenzamos.

Rosalia > No se, pero a mi no me gusta nada esto.
Mauro > ¡Que! Ya comenzamos otra vez. Ya me parecía, tanto silencio en una mujer; no es nada bueno. Me podrías decir, ¿que es lo que no te gusta?
Rosalia > Vamos, vamos, en el camino hablaremos.
Mauro > Bien mujer, como tu digas.
Ya de camino a casa de Joaquin, Rosalia comento: No se porque razón, hemos firmado un contrato, con un desconocido y de una manera tan poco fo0rmal.
No sabemos: a donde vive, quien es, de donde viene y mil cosas mas. En fin, tu sabrás lo que haces. Mejor me quedo callada.
Mauro > ¡Hay mujer! No le des tanta vueltas al asunto. Me parece que todo esta en orden. Tenemos: un contrato, un poder, las llaves. No veo en donde esta el problema.
Joaquin > dejemos las cosas donde están, que bastante tenemos con lo que nos espera. Hay muchísimo trabajo, mejor concentrémonos en ello.
Mauro > Creo que tienes razón, no se hable mas y tu mujer; no hagas mas conjeturas,. Me parece que hemos hecho un buen negocio...

Continuara.


sábado, 14 de enero de 2012

El Contrato 5


El Contrato 5




A ver, que es aquello que desean que les explique.
Mauro > aquí, en la primera clausula dice que: el contrato es por tiempo indefinido. ¿Podría explicarnos que significa eso?
Gonzalo > Quiere decir: que por mi parte, no tengo ninguna prisa en poner fin al contrato. Va a pasar mucho tiempo, hasta que ese día llegue, pero eso, no impide que ustedes lo den por terminado en el momento que así lo estimen conveniente.
No me parece, que eso deba de ser motivo de preocupación de vuestra parte, ademas, en el caso de que yo decidiera pedirles la casa, lo haría con el tiempo suficiente, como para no ocasionarles ningún inconveniente o contratiempo.
¿Quedan satisfechos con mi explicación? ¿despeja ella vuestras dudas?
Mauro > Creo que si.
Gonzalo > Bien, ¿que otra cosa desean que les explique?
Mauro > Sobre el pago del alquiler. En la clausula tercera, indica que tenemos que pagar cien soles mensuales.
Al respecto, me parece que es un precio bastante bajo, teniendo en cuenta que esta es una casa de gran tamaño y no guardan relación ambas cosas. Igualmente, me gustaría que me explicara un poco sobre la habitación que va a quedar “clausurada”.
Gonzalo > Lo del precio, creo que es lo justo, si son ustedes quienes van a correr con los gasto de las reparaciones y todo lo que tenga que ver con su mantenimiento.
Para mi es preferible que paguen un alquiler barato, pero que la casa, siempre este bien cuidada.
En cuanto a lo de la “habitación”...Es solo que, me gustaría reservarla para mi uso cada vez que venga. Ahí tengo: mi despacho, libros, efectos personales y otras cosas de las que no me gustaría tener que desprenderme de ellas.
Es por eso que también, les sugiero que ingresen el dinero del alquiler, porque yo no voy a necesitar de el con premura y cuando pase por aquí, entonces lo recogeré sin prisa alguna.
Mauro > ¿Como hacemos si queremos comunicarnos con Ud.?
Gonzalo > vera usted. Yo soy una persona muy ocupada y por tanto casi inubicable, nunca estoy en un solo lugar y como ya les dije; no vivo aquí, si no muy lejos, así que; es preferible que yo me comunique con ustedes.
No se preocupen por nada, ahí en el cajón de la mesa en donde estaba el contrato,hay otro documento. Se trata de un poder simple, para que ustedes puedan: realizar tramites, solucionar problemas y cualquier cosa relacionada con la casa en mi ausencia. Lo único que no pueden hacer es venderla.
Mauro > No se, pero me parece que ha olvidado darnos las llaves.
Gonzalo > No lo he olvidado, están encima de la mesa que esta a la entrada de la casa, si gusta puede tomarlas ahora mismo.
Comprendo que para ustedes, no debe de ser tan fácil, aceptar todo esto, puesto que esta un poco apresurado y se ha saltado en algo las formas, pero yo no creo que deba de ser motivo de preocupación. Han tenido “suerte” y eso es todo.

Mauro, Rosalìa y Joaquin, conversaron conjuntamente con Gonzalo por espacio de media hora y luego Gonzalo se puso de pie y dijo: voy a ver algunas cosas en mi despacho, les ruego que no me interrumpan y al salir sierren la puerta. No se preocupen por mi, fue un placer y me voy muy satisfecho.
Mauro se aproximo con la intención de estrecharle la mano, pero Gonzalo, ya había girado con dirección a su despacho.

Continuará...

jueves, 12 de enero de 2012

El Contrato 4


El Contrato

Texto

Yo, Gonzalo Pardo y Castañeda, natural de la ciudad de Lima Perú; propietario único y absoluto del inmueble ubicado en la quebrada de Barranco, próxima a los barrancos y cuya extenciòn de mi dominio alcanza: el equivalente de una hectárea, en donde se incluye una casa con las características, que se aprecian en el grabado que adjunto a este documento, en el mismo que se detalla su distribución.
Cedo en alquiler estos bienes, en favor del Sr. Mauro Arbulù, en las condiciones que a continuación se detallan:


Clausula Primera.-
Doy en alquiler mi propiedad, la que describo y detallo al inicio de este documento; al Sr. Mauro Aramburù Saavedra, por un periodo de tiempo indeterminado.

Clausula Segunda.-
El que firma y acepta el presente contrato, no podrá destinar la propiedad a otro fin que no sea el de vivienda, única y exclusivamente para el y su familia mas próxima.

Clausula Tercera.-
El valor de la mensualidad a pagar, se estima en la suma de: cien soles de oro. Los mismos que serán abonados por el Sr. Mauro Arbulù, el ultimo día de cada mes y depositados en un sobre lacrado, el mismo que sera a su vez, introducido por debajo de la puerta de la habitación que se encuentra a la entrada de la casa.

Clausula Cuarta.-
La habitación, de la cual se hace mención en la clausula tercera; estará destinada, única y exclusivamente, para uso del propietario . Ninguna otra persona podrá ingresar a ella y bajo ningún motivo o pretexto.
De igual manera, esta quedara debidamente clausurada.


Clausula Quinta.-
Dejo constancia de que: entrego la propiedad, debida y completamente amoblada.

Clausula Sexta.-

Ninguno de los enseres , podrá, sea muy critico ser cambiado o tirado, salvo que su estado de deterioro se muy critico. De proceder al cambio de un mueble u otra cosa, esta se guardara en la habitación destinada para los trastes.

Clausula Séptima.-
Las reparaciones, que sean necesarias realizar en el inmueble, seran asumidas por el inquilino, pudiendo estas ser reembolsadas por el propietario en un futuro. De la misma manera se procederá con otros gastos que se presenten futura mente.


Ambas partes, manifiestan estar de acuerdo y firman al pie de el presente.

En Lima: Martes trece de enero de 1920





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miércoles, 11 de enero de 2012

El Contrato Tercera parte


El Contrato 3



Al emprender el camino de regreso a casa de Joaquin, los comentarios estaban a la orden del día, como no podía ser de otra manera.
Habían cosas, que dejaban algunas dudas.
Joaquin, les pregunta a Rosalia y a Mauro ¿que les parece?
Mauro> estupendo! Aunque no salgo de mi asombro. No se si tomarlo como una oportunidad o como una locura! Locura dijo Joaquin. Si, locura, porque hacerse de tremendo caserón, no es cosa fácil, mas cuando hay que desembolsar una buena cantidad de dinero, para refaccionarla y ponerla habitable.
Joaquiun> En ese aspecto, prefiero no opinar, porque es tu bolsillo el que tiene la palabra.
Rosalia> Ami me agrada mucho, porque pienso en los chicos, ellos, si que van a disfrutarla, porque espacio es lo que sobra ahí.
Mauro> Primero vamos a esperar hasta el martes, para saber cuales son las condiciones del contrato y según eso veremos que hacer.
Rosalia> de todas maneras, hay algo que no acaba de convencerme.
Mauro> Así, ¿que es lo que no te convence?
Rosalia> Bueno... No se, el señor este; don Gonzalo, lo veo algo misterioso, demasiado elegante y fino, como para ir por ahí ofreciendo una mansión a cualquiera que se le cruce en el camino.
Joaquin> ¿Te consideras como cualquiera?
Rosalia> No hombre, no lo tomes por ese lado. Lo que si es cierto, es que somos unos desconocidos. Un hombre adinerado, como se supone que es ese tal don Gonzalo, tendría que tener familia y amigos de su misma posición económica, a quienes ofrecerles su casa o por ultimo, si no vive aquí, como dice, mas aun debería venderla o que se yo; hay tantas cosas que puede hacer una persona adinerada, que ir por ahí, ofreciendo sus bienes como si fuesen golosinas.
También he notado que existe cierto misterio con respecto a su procedencia y la de su familia. No sabemos de donde viene, quien es. Porque no me va a venir a decir que a venido exclusivamente a buscar inquilinos en el medio de una plazuela. Como si fuera poco, tampoco tenemos un lugar a donde ubicarlo, en fin, mejor me callo.
Mauro» Dios mio! que manía. Ustedes las mujeres, no pierden oportunidad para darle vueltas a las cosas y buscar la sin razón de todo.
Rosalia» Claro! Y al final, siempre tenemos la razón o no?
» Ya mujer, esperemos a ver que ocurre y no nos adelantemos a los hechos.
No te olvides , que entre la gente de dinero existen muchos extravagantes y excéntricos, no me extrañaría que estuviéramos ante un caso así.
Joaquin» Volviendo a lo de la casa en si. Es cierto que esta algo deteriorada , pero mas en la parte exterior, porque en el interior; solo el polvo propio de los años, que con una buena limpieza a fondo basta. Ademas, no tienes que comprar muebles ya que esta totalmente amoblada y como todo esta cubierto con lienzos, no creo que haya mucho que hacer al respecto.
Mauro » Ya veremos!
Y el día esperado llegó!
Si, el martes como habían acordado: Mauro y su mujer con Gonzalo.
Eran las tres y media de la tarde, el cielo estaba despejado, el sol esplendoroso. Un día. maravilloso de verano, todo brillaba y resplandecía.
Nuevamente los Arbulù, se encontraban frente a la casa, la misma que era el motivo de su cita..
Se acercaron hacia la puerta principal, percatándose de que se encontraba entreabierta, igualmente llamaron, pero oyeron la voz de Gonzalo que se aproximaba diciendo: Entren, entren, bienvenidos, adelante. Los tres se aproximaron hacia el para saludarlo, pero Gonzalo se dio vuelta y dijo: perdonnenme un instante ya vuelvo. Tomen asiento , luego continuo alejándose. Pasados unos tres minutos, regreso exclamando veo que son puntuales! Eso es bueno y habla bien de ustedes.
Seguidamente, les señalo una mesa que se encontraba a un extremo del salón, diciéndoles que ahí se encontraba el contrato. Mi abogado y yo lo hemos redactado. Creo que es bastante simple y fácil de entender. Pero antes de que lo lean, me gustaría saber, si están animados, ¿les ha gustado la casa? ¿Se sienten bien en ella?
Rosalia y Mauro, contestaron casi conjuntamente si! No hemos encontrado mayores inconvenientes hasta el momento.
Gonzalo » Bueno, entonces procedamos. Lean el contrato, tómense su tiempo y si no hay problemas ni objeción, procedan a firmarlo y a partir de ese momento pueden ocupar la casa, cuando lo estimen conveniente.
Rosalia y Mauro, procedieron a leer el documento en cuestión, mientras tanto Joaquin y Gonzalo sostenían una amena conversación de manera muy amical. ¡De pronto! Fueron interrumpidos por la pareja que habían terminado de leer el documento y estaban algo sorprendidos por algunas cosas que encontraron en su contenido y no les quedaban muy claras.
Mauro » Disculpe Gonzalo, pero hay cosas que no acabamos de entender y nos gustaría que nos las aclarece.
Gonzalo » Por supuesto, no faltaba mas. ¿Que es lo que no esta claro?
Mauro » Sugiero que revisemos juntos cada uno de los puntos.
Gonzalo » De acuerdo, comencemos.
La próxima entrada el texto del contrato...

martes, 10 de enero de 2012

El Contrato Segunda Parte


El Contrato

Segunda Parte


No cabía ninguna duda de que se encontraban ante una casa, fuera de todo contexto. Cabe señalar que: desde el punto de vista de sus expectativas, pues deseaban rentar algo, pero no de aquellas proporciones.
Quizás ese era el principal motivo de estar sorprendidos.
La casa no dejaba de ser imponente y atrayente. A pesar del evidente estado de abandono en el que se encontraba.
Era una especie de palacete, de arquitectura caprichosa, una mezcla de colonial con republicano, pero sin dejar de ter armonía en su conjunto. Enclavada en un farallón a setenta metros sobre el nivel del mar con un retiro de aproximadamente unos veinte metros de distancia del acantilado, con cara al el océano pacifico como desafiando al mundo y alimentándose de soberbia. Una soberbia de cuna y estirpe; todo un alarde de señorío. El mar y ella eran una obra de arte en su conjunto y mas aun en cada atardecer, con el incandescente color naranja del astro rey, que se reflejaba en los cristales de sus ventanales, que hacían las veces de mejillas ruborizándose con el beso sutil de un amante que nace y muere cada día frente a ella.
Unas escaleras de piedra, descendían hasta la playa, adornadas con estatuas de mármol, que invitaban a pasear a cualquier hora del día.
El asunto es que: los tres parientes, ya se encontraban ahí a la espera de Gonzalo, según lo acordado. Por lo que se podía apreciar, aparentemente el mencionado señor, no había llegado todavía y brillaba por su ausencia.
Mauro, Rosalia y Joaquin, en tanto que esperaban paseaban por los jardines. ¡de pronto! En la puerta principal se encontraba Gonzalo, gesticulando y haciendo señas para que los invitados se aproximaran.
Al llegar a la puerta de la casa, Mauro exclamo ¡como! Creíamos que aun no había llegado usted y estábamos merodeando a la espera.
Gonzalo> No se preocupen señores. Lo que ocurre es que: el chófer de un amigo, es el que me trajo hasta aquí, pero se marcho, porque tiene ocupaciones que atender, luego mas tarde volverá por mi.
Pero vamos a lo nuestro; pasen, pasen, adelante. Disculpen que nos les ofrezca nada pero como podrán ver: las condiciones no se dan como para invitaciones.
Esta es la casa que les estoy ofreciendo. Se las voy a mostrar y luego ustedes tomaran su decisión.
Mauro> Bueno, verá Usted don Gonzalo; mi presupuesto no es tan holgado como para aspirar a tanto. Supongo que lo que Usted, exige como renta esta muy por encima de mis expectativas. Mas bien yo le pediría, que me disculpe por abusar de su tiempo. Claro esta que: la visita a su casa ha valido la pena y nos vamos algo apenados por no haber podido llegar a un arreglo.
Gonzalo> ¡ Pero que dice amigo mio! ¡Nada de eso! Veo que se han pronunciado y han dicho lo que tenían que decir, ahora me toca a mi.
Si ustedes tienen un presupuesto destinado a rentar una casa y yo les ofrezco esta por ese precio,no veo cual es el inconveniente.
Mauro ¡Como! ¿Nos esta haciendo un regalo?
Gonzalo> ¡No hombre! Lo que le estoy diciendo es lo que ya les mencione en el bar en donde nos encontramos. Es muy fácil de entender. Lo que sucede es que yo, tal vez me he expresado mal.
Sucede que esta casa la tengo abandonada y no hay quien se haga cargo de ella. Se que si solo tuviera que rentarla, el precio seria inalcanzable para Ustedes. Pero, yo también estoy interesado en personas de bien, que cuiden de ella como si fuese propia. Lo que yo les estoy proponiendo en realidad; no es mas que un trato, por lo que no veo razón para que se sorprendan o crean que hay algún error.
Creo que me he explicado bien ¿no?
Mauro> Creo que ahora, todo esta claro, aunque... No me hago a la idea y también me pregunto ¿Como es que Ud, deposita su confianza en nosotros, si apenas nos conoce?
Gonzalo> Son cosas que a veces suelen ser algo difíciles de explicar. Lo que ocurre es que ustedes son personas que me inspiran mucha confianza, en sus miradas puedo percibir su honestidad y don de gentes.
Solo tómenlo como una de esas cosas que ocurren y no se explican.
Mauro> Vamos a pensarlo y si decidimos aceptar su propuesta, nos comunicaremos con usted. ¿de acuerdo?
Gonzalo> No hay ningún problema, como ustedes prefieran, pero me gustaría, esperarlos la próxima semana aquí a esta misma hora., si es que no tienen ningún inconveniente.
El día martes próximo a las cuatro de la tarde, me parce que podríamos reunirnos. ¿Que les parece? ¿están de acuerdo? Voy a tener listo el CONTRATO. Si están de acuerdo, lo firmaran y si no, simplemente lo romperemos y las cosas quedaran sin efecto y como hasta hoy.
Mauro> Por mi parte no hay inconveniente alguno. Podemos encontrarnos ese día. Aquí.
Seguidamente Gonzalo, continuo mostrandoles la casa y luego se despidieron hasta la próxima...
Continuara...

La hace referencia al lugar, solo que es actual.